Por J. Noel Espinoza/RioGrandeInfo.com

Espinoza Perspectiva

Parece que el desprecio del Presidente Donald Trump hacia el antiguo Presidente Barak Obama continúa sin fin.

Todas las buenas cosas que Obama hizo o emprendió para ayudar a la gente común están desapareciendo bajo el presidente republicano.

El presidente estadounidense decidió abolir hoy el plan conocido como DACA, el programa de acción diferida por sus siglas en inglés, el cual otorgaba a

los hijos menores de inmigrantes indocumentados el derecho a trabajar y estudiar mientras conseguían una prórroga para no ser deportados.

El anuncio se hizo por medio del fiscal de los Estados Unidos, Jeff Sessions, un conocido republicano de mano dura contra los indocumentados, para

terminar el programa de la era de Obama. El programa también otorgaba estatus legal temporario para los jóvenes sin autorización de inmigrante.

Irónicamente, Sessions destaco que era, “la cosa compasiva de hacer.”

Trump retrocedió después de haber dicho que él apoyaba esos niños, también conocidos como “dreamers,” o “soñadores.” Estos jóvenes eran demasiado

chicos para saber las consecuencias después que sus padres los introdujeron al país.

Sin embargo, además de este caso, Trump está haciendo las cosas difíciles para los ciudadanos estadounidenses en general.

Trump ha tomado mano dura con el ambiente, desplazando a los estados unidos de tratados internacionales sobre el cambio climático, y prometiendo de

abolir Obama Care, otro programa que ha ayudado a más de 20 millones de personas con un seguro médico.

DACA ha proveído  a casi 800,000 jóvenes inmigrantes la habilidad de trabajar legalmente en los estados unidos. Estos jóvenes, quienes lo más probable

hablan inglés, ya están contribuyendo a la económia pagando impuestos.

Pasándole la pelota al Congreso, Trump recientemente tuiteo, “Congreso, estén listo para hacer su trabajo-DACA!”

Si el Congreso no pasa nueva legislación a favor de los “dreamers” en seis meses, ellos perderían la protección y podrían ser deportados.

Trump básicamente se lavó las manos después de sugerir que no iba hacer nada para desautorizar el DACA.

En enero, Trump dijo que estaba tratando el asunto “con gran corazón.”

Luego, cambio de curso de nuevo.

“No lo duden, vamos a poner primero los intereses del ciudadano estadounidense,” Trump, en su acostumbrado tuiteo, divulgo. “Los hombres y mujeres

olvidados ya no serán olvidados.”

Sin embargo, las previas afirmaciones de deshacerse del Obama Care y de las reducciones de gases por el cambio climático hablan más fuerte que el apoyo

brindado a la clase trabajadora estadounidense.

El presidente todavía le hace el juego a su intransigente base de derecha, un grupo que desprecia todos los logros que hizo Obama. Este grupo de fanáticos,

que incluye el Ku Klux Klan y  neo-Nazis, creen en una agenda de discriminación en vez de una racional y nacional para todos los estadounidenses.